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Titulares que expresan violencia simbólica hacia las mujeres

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La reciente conformación del nuevo gabinete ministerial ha permitido identificar que a pesar de los avances que realizan las mujeres para afianzar su participación política en el país, persisten prácticas desde algunos medios de comunicación, que parecen no reconocer las luchas por la igualdad y contra la violencia de género y se orientan a seguir mostrando una imagen estereotipada de las mujeres lo que podemos denominar como violencia simbólica.

De acuerdo con Martínez (2011), “la violencia simbólica contra las mujeres está constituida por la emisión de mensajes, iconos o signos que transmiten y reproducen relaciones de dominación, desigualdad y discriminación que naturalizan o justifican la subordinación y la violencia contra las mujeres en la sociedad” ; y es justamente lo que encontramos  en el conjunto de mensajes y titulares que se muestran a continuación,  los cuales reproducimos con la única finalidad de ilustrar la idea.

La violencia simbólica es sutil, pues no necesita ser evidente para trasmitir de manera efectiva el mensaje que se propone. Eso ocurre, con la innecesaria alusión a la película “Pantaleón y las visitadoras” que utilizan algunos  medios de comunicación masiva y las redes sociales, para hablar de la designación del Primer Ministro,  actor de cine y televisión, quien interpretara años atrás al protagonista de la citada película.

La violencia simbólica hacia las mujeres es la difusión de significados y símbolos sutiles que logran la naturalización  de los estereotipos sexistas y la violencia de género

La vinculación se hace al utilizar los términos que se muestran en los titulares, lo que necesariamente trae a la mente del público el contenido de la película y sus personajes: un oficial del ejército que implementa un servicio de trabajadoras sexuales,  para los soldados.

Nos preguntamos, si la evocación de la exitosa novela de Mario Vargas Llosa era necesaria en este caso; cuando el hecho relevante  fue  la designación del nuevo Premier y la conformación de un gabinete ministerial paritario que incluye a 9 ministras. En el Perú,  la participación de las mujeres en cargos políticos es todavía muy limitada. La discriminación, la doble jornada de trabajo, el machismo y la violencia de género son algunas de las principales dificultades que tienen las mujeres para afianzar su participación en la vida política del país.

Tal parece, que si bien las mujeres han consolidado su autonomía en diferentes campos, esto no ocurre así con su imagen, la cual está todavía sometida al poder de quienes las siguen viendo como sujetos sumisos, objetos sexuales o accesorios estéticos.  Es en ese campo, de lo simbólico, de lo sutil, donde se legitima ese poder que se impone sobre las mujeres. Es decir, que avanzamos en lo formal con normas y políticas; pero otro poder que influye en las concepciones y prácticas de las personas alimenta el machismo desde los símbolos y significados.

Peña C. (2009)  señala que es a través de la reinvención simbólica como se puede contrarrestar la violencia simbólica; y es precisamente lo que hace el titular del Perú 21 y La República respectivamente, que citamos como buenas prácticas:

 “La paridad llegó al gabinete ministerial con la integración de nueve mujeres: Esta tarde juraron las ministras y la cuota de género no pasó desapercibida durante la ceremonia”(ver)

«Gabinete Ministerial: con paridad y meritocracia»  (Ver)

Utilizar entonces inadecuados adjetivos, para referirse al Primer Ministro y su gabinete paritario, es alimentar y afianzar significados que tienen que ver con un poder masculino  que como parte del sistema machista y patriarcal afianza modelos de masculinidad y feminidad que necesitamos cambiar: El de los hombres con deseos sexuales irrefrenables, que necesitan de las “visitadoras” para no convertirse en violadores  y el modelo de las mujeres como objetos sexuales, subordinados,  cuyo trabajo y cuerpo se explota.

Esta equiparación es la que se desliza, lo que no permite visualizar, como relevante, las trayectorias profesionales de las mujeres que asumen un cargo público. Véase, que esto no sucede en el caso de los hombres designados para ministros.

La respuesta del público espectador confirma esto en la redes. De un lado tenemos a quienes hacen mofa y refuerzan la alegoría y por otro,  están, quienes se sienten indignadas por el mensaje sexista.

Consideramos por tanto impertinente estas  comparaciones y alusiones que alimentan simbólicamente el poder masculino y  el sometimiento de las mujeres enfatizando la importancia de no reproducir estos mensajes y memes, para no contribuir a la violencia simbólica que genera y tolera la violencia contra las mujeres.

El poder simbólico no puede ejercerse sin la contribución de los que lo soportan, porque lo construyen como tal. (Pierre Bordieu-La dominación masculina)

TIPS

Reproducimos un vídeo  de la Comisión Nacional Coordinadora de Acciones para la Elaboración de Sanciones de Violencia de Género de Argentina  que habla sobre violencia simbólica.

  • Elaborado por: Teresa Viviano
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